El menú de Inicio fue toda una revolución cuando apareció en Windows 95, transformando de manera radical la manera en que se manejaban los ordenadores.
El concepto de ese “menú de Inicio” quedó encuadrado en algo que de forma más genérica se suele llamar lanzador de aplicaciones, y además de ofrecer un acceso rápido a las aplicaciones, también sirve para llevarnos de manera fácil a las opciones de apagado y reinicio del ordenador, así como a los ficheros y aplicaciones recientemente utilizados. Desde entonces casi todos los sistemas operativos, incluidos las múltiples interfaces gráficas para Linux, han ido adoptando los lanzadores de aplicaciones, con diseños y variaciones de los más variopinto, pero manteniendo las bases.
Ahora, Industrial Designers Society of America (IDSA), ha galardonado al menú de Inicio de Windows 10 con un premio sobre diseño digital. La IDSA ha reconocido la trayectoria del menú de Inicio desde sus inicios como una manera de facilitar la ejecución de las aplicaciones, además de la evolución que supuso Modern UI en Windows 8 y Windows Phone 7 a través de la pantalla de inicio, con sus baldosas mostrando información relevante para el usuario desde las aplicaciones y los servicios instalados.
Sobre el menú de Inicio de Windows 10, la IDSA dice que “con el diseño del menú de Inicio de Windows 10, la experiencia de lanzar y cambiar aplicaciones está unificada a través de un legado familiar y aprendido de los menús de Inicio en los PC de escritorio, además de las capacidades más modernas de la pantalla de inicio en teléfonos y tablets. El diseño permite a los usuarios aprovechar lo que saben sobre un dispositivo y aplicar ese conocimiento para su uso en otro distinto de una manera apropiada a nivel de contexto”.
Después de llamar “demasiado conservador” a Windows 10 en su aspecto por defecto, tengo que reconocer que la IDSA me ha metido un gol por la escuadra. Aunque ya se sabe, sobre gustos no hay nada escrito.
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