Los fabricantes más importantes del sector de la telefonía móvil siguen empeñados en una constante investigación para dar con la mejor solución de cara a ofrecer un terminal flexible para todo el público. El primer pulso lo echaron Samsung y LG con la entrada al campo con el Galaxy Round y G Flex, pero no se quedan solos, Apple hace poco se unió al mercado al igual que hace ahora Nokia.
En un principio la primera referencia hacia estos modelos era de una apariencia curva, sin embargo, la producción de un terminal flexible marcaría un punto importante en el sector. Por el momento la firma finlandesa sólo ha registrado una patente que consiste en una batería para ofrecer autonomía siendo capaz de doblarse, enrollarse y adaptarse al espacio que tenga que ocupar. Con ello, se abriría una puerta a los problemas más complejos de solucionar acerca del espacio y capacidad de almacenamiento de las baterías con la que cuentan actualmente los prototipos flexibles que se están desarrollando.
La batería funcionaría de la siguiente manera. La unidad estaría compuesta por una cinta con tres sectores distintos: una interconexión entre dos bloques que los uniría formando una única capa continua a la que se le extraería todo el aire, es decir, envasada al vacío. Con dicho modelo, se podrían fabricar no sólo móviles, si no también tablets o reproductores multimedia.
En dicho documento se escribe la intención de desarrollar la idea con origen en el constante avance de los dispositivos electrónicos, cada vez más sofisticados con nuevas características como son los dispositivos flexibles o los adaptables. No se menciona un terminal concreto, pero podría referirse a los smartwatch o las pulseras inteligentes enfocadas al deporte que están desarrollando algunas compañías, ajustables a la muñeca del usuario sin problema alguno.
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